El niño parece estar relajado y cómodo alrededor de su padre o madre.
El niño se nota nervioso, hiperactivo, con miedo o enojo constante cuando está con su padre o madre.
El niño se ve físicamente saludable y tranquilo. Juega dentro de los límites normales.
El niño muestra un comportamiento salvaje, corre sin control por la habitación, está en constante movimiento, no puede quedarse quieto, salta en los muebles y tiene poca capacidad de atención durante gran parte del día. (Una energía inusual).
El niño se ve emocionalmente estable.
El niño se enoja y con frecuencia tiene berrinches.
El niño es capaz de alejarse de sus padres por unos minutos sin demostrar miedo o sentirse ansioso.
El niño se aferra a sus padres y nunca se siente lo suficientemente cómodo para alejarse y explorar el ambiente nuevo donde se encuentra.
El niño se asegura de conectarse con su padre o madre, ya sea con presencia física o a través de una conversación después de que se aleja para explorar el ambiente nuevo donde se encuentra.
El niño no se preocupa por sus padres en cualquier momento o raramente lo hace cuando está en un lugar o ambiente extraño al niño.
El niño comparte las experiencias y los juguetes con sus padres cuando está jugando en la sala o en cualquier salón.
Cuando el niño juega con sus juguetes, nunca habla con los padres y nunca comparte sus experiencias o juguetes con su madre o padre.
El estado de ánimo del niño es usualmente feliz y agradable la mayor parte del tiempo cuando está interactuando con los padres.
El estado de ánimo del niño es irritable y áspero la mayor parte del tiempo cuando tiene que interactuar con su madre o padre.
El niño responde verbalmente y/o usa contacto visual cuando el padre o madre lo llama por su nombre.
El niño ignora a su padre o madre cuando lo llaman por su nombre.
El niño acepta y escucha las sugerencias y orientaciones de sus padres.
El niño ignora totalmente las sugerencias y no escucha a su padre o madre.
Cuando el niño está jugando y el padre o madre se sienta a jugar con él o ella, éste lo acepta y continúa el juego con ellos.
Cuando el niño está jugando y el padre o madre se sienta a jugar con él o ella, éste no acepta y le dice a su madre o padre que “pare” o se “vaya” del lugar.
Observe el comportamiento de sus niños pequeños (1 a 3 años)