Muchas personas experimentan o viven situaciones traumáticas o choques emocionales que pueden tener daños duraderos, afortunadamente, la mayoría logran superar estas situaciones difíciles y continuar una vida normal.
Sin embargo, existe un número significante de individuos que no pueden sobreponerse a estas situaciones y desarrollan lo que se conoce en el campo de la salud mental, comoel ‘Trastorno o Desorden de Estrés Postraumático’, la cual es una enfermedad que se puede presentar después de un trauma mayor o una crisis considerable.
Los síntomas deben estar presentes por lo menos un mes para poder diagnosticar al paciente con este desorden, sin embargo, muchos individuos muestran mejoría después de tres meses y algunas personas tienen una forma más prolongada de la enfermedad que puede durar por muchos años. Esta enfermedad puede ocurrir en cualquier edad, y el dolor y sufrimiento que causa puede tener consecuencias devastadoras.
Todos conocemos muy bien el poder de destrucción producido por catástrofes naturales como los ocasionados por un huracán o un terremoto. También sabemos las consecuencias que pueden tener actos terroristas, la violencia, una guerra, o la delincuencia.
Los efectos físicos de un desastre son evidentes. Cientos o miles de personas pueden perder sus vidas o quedar gravemente heridas, y los sobrevivientes pueden arrastrar las consecuencias durante toda su vida. Así mismo, alguien que ha sido víctima de una violación o agresión puede también estar en riesgo de desarrollar síntomas y señales del estrés postraumático.
Las personas con trastorno de estrés postraumático vuelven a experimentar el evento una y otra vez en al menos una de varias formas. Pueden tener pesadillas y recuerdos aterradores del evento, sentir como si estuvieran pasando por la experiencia de nuevo o acongojarse durante los aniversarios del evento.
Según el Instituto Nacional de la Salud (NIH), existen varias señales y síntomas que una persona con estrés postraumático puede presentar:
Creen que el evento parece estar sucediendo de nuevo.
Recuerdos reiterativos y angustiantes de la situación.
Sueños/pesadillas repetitivos con la situación.
Reacciones físicas a situaciones que le recuerdan el evento traumático.
“Insensibilidad” emocional o sentimiento de que nada le importa.
Sentimientos de despreocupación e indiferencia.
Incapacidad para recordar aspectos importantes del trauma.
Menos expresión de estados de ánimo.
Aislamiento de las personas o lugares que hacen recordar el evento.
Sensación de un futuro incierto.
Dificultad para concentrarse.
Irritabilidad o ataques de ira.
Dificultades para dormir.
Si usted ha vivido una situación traumática y se identifica con algunos de estos síntomas, es conveniente que vea a un profesional en salud mental.
El tratamiento está orientado a la reducción de los síntomas, estimulándolo para que recuerde el hecho, exprese sus sentimientos y adquiera algún sentido de control sobre la experiencia. En algunos casos, el hecho de expresar la aflicción ayuda a completar el proceso necesario de duelo.
Los grupos de apoyo pueden ser muy útiles, ya que las personas que han tenido experiencias similares pueden compartir sus vivencias y así crean un sentimiento de alivio mutuo.
Para más información acerca del estrés postraumático visite:
¿Ha vivido una situacion traumatica?
Muchas personas experimentan o viven situaciones traumáticas o choques emocionales que pueden tener daños duraderos, afortunadamente, la mayoría logran superar estas situaciones difíciles y continuar una vida normal.
Sin embargo, existe un número significante de individuos que no pueden sobreponerse a estas situaciones y desarrollan lo que se conoce en el campo de la salud mental, como el ‘Trastorno o Desorden de Estrés Postraumático’, la cual es una enfermedad que se puede presentar después de un trauma mayor o una crisis considerable.
Los síntomas deben estar presentes por lo menos un mes para poder diagnosticar al paciente con este desorden, sin embargo, muchos individuos muestran mejoría después de tres meses y algunas personas tienen una forma más prolongada de la enfermedad que puede durar por muchos años. Esta enfermedad puede ocurrir en cualquier edad, y el dolor y sufrimiento que causa puede tener consecuencias devastadoras.
Todos conocemos muy bien el poder de destrucción producido por catástrofes naturales como los ocasionados por un huracán o un terremoto. También sabemos las consecuencias que pueden tener actos terroristas, la violencia, una guerra, o la delincuencia.
Los efectos físicos de un desastre son evidentes. Cientos o miles de personas pueden perder sus vidas o quedar gravemente heridas, y los sobrevivientes pueden arrastrar las consecuencias durante toda su vida. Así mismo, alguien que ha sido víctima de una violación o agresión puede también estar en riesgo de desarrollar síntomas y señales del estrés postraumático.
Las personas con trastorno de estrés postraumático vuelven a experimentar el evento una y otra vez en al menos una de varias formas. Pueden tener pesadillas y recuerdos aterradores del evento, sentir como si estuvieran pasando por la experiencia de nuevo o acongojarse durante los aniversarios del evento.
Según el Instituto Nacional de la Salud (NIH), existen varias señales y síntomas que una persona con estrés postraumático puede presentar:
Si usted ha vivido una situación traumática y se identifica con algunos de estos síntomas, es conveniente que vea a un profesional en salud mental.
El tratamiento está orientado a la reducción de los síntomas, estimulándolo para que recuerde el hecho, exprese sus sentimientos y adquiera algún sentido de control sobre la experiencia. En algunos casos, el hecho de expresar la aflicción ayuda a completar el proceso necesario de duelo.
Los grupos de apoyo pueden ser muy útiles, ya que las personas que han tenido experiencias similares pueden compartir sus vivencias y así crean un sentimiento de alivio mutuo.
Para más información acerca del estrés postraumático visite:
http://ctc.georgetown.edu/pdf/NIMHptsdbrochurespanish.pdf.