Estigma en salud mental

No hay duda que existen infinidades de estigmas y prejuicios cuando hablamos de salud mental.

A través de la historia nuestra condición humana nos ha llevado a calificar o tachar de ‘locas’, a aquellas personas que por alguna circunstancia presentan un comportamiento distinto al de otros.

Afortunadamente, en los últimos años infinidad de estudios nos han permitido entender porque individuos con problemas emocionales y psicológicos muchas veces se comportan de una manera diferente.

Cuando logramos comprender las posibles causas de muchos de los diagnósticos mentales, esto nos permite desarrollar un respeto único hacia las personas que sufren estas enfermedades. Es más, este entendimiento muchas veces nos abre las puertas para ser más tolerantes e inclusive, bajo ciertas circunstancias, poder convivir con ellos.

Dentro de las enfermedades mentales y emocionales más comunes en los hispanos se encuentra la depresión, el alcoholismo, el trastorno de estrés postraumático y otros desordenes de ansiedad. Estas hacen parte de ese desequilibrio emocional que impide al ser humano llevar una vida completa y satisfecha, y esto no significa que la persona este ‘loca’.

Mucho trabajo nos falta por hacer para que la gente común pueda percibir las enfermedades mentales como cualquier otra enfermedad física.

Cuando la persona se siente mal físicamente, regularmente visita a un doctor  y una vez se siente bien, sigue su ritmo normal de vida y sus tareas diarias, sin embargo, este no es el caso de una persona con problemas mentales.

Debido a la falta de información muchas veces se cree que esto se trata de una debilidad de carácter y que se puede controlar con ‘fuerza de voluntad’, desafortunadamente, cuando el individuo entra ya en una crisis emocional, nos damos cuenta que el problema psicológico es serio y que un tratamiento por parte del personal médico es inaplazable.

Así  mismo, la necesidad de entender que estas personas también necesitan el apoyo de sus familiares, amigos y la comunidad es apremiante.
Usualmente los enfermos mentales son presentados como personas agresivas, peligrosas e impredecibles. Los programas de televisión y el cine están constantemente mostrándonos que el asesino es un ‘loco’ o un ‘psicópata’.

En ocasiones  escuchamos chistes y burlas crueles hacia aquellas  personas que tienen un desequilibrio psíquico. Si duda estos comentarios es lo que hace que el estigma y los prejuicios se agudicen cada vez más, un problema que se puede eliminar a través de a educación, cuando acerca de las enfermedades mentales.

Existen medicinas y programas que ayudan a que la persona se sienta mejor y pueda tener una vida saludable. La comprensión por parte de miembros en la comunidad son mucho más beneficiosas que las criticas y burlas a las que muchas veces están expuestos los pacientes con enfermedades mentales.

Un individuo con una enfermedad mental puede muchas veces tener una vida normal, trabajar, estudiar, tener amistades y relacionarse saludablemente. La clave esta en ofrecerle un tratamiento digno y adecuado.
El estigma es una barrera que además de afectar directamente la dignidad y la autoestima de la persona enferma, también puede dificultar el acceso a condiciones básicas para el ejercicio de derechos ciudadanos, así como a los servicios de atención.

Debemos entonces buscar intervenciones que nos ayuden a avanzar en el difícil camino de mejorar las actitudes sociales y acabar con toda conducta discriminatoria hacia las personas con trastornos mentales. Al no darles la espalda a estas personas, estamos sin duda promoviendo una buena salud mental para que nuestras familias y comunidades vivan de manera sana y segura.

Para más información acerca de ese tema visite http://www.faisem.es/pagina.asp?id=108.

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