¿Que motivó a un militar matar a 17 inocentes en Afganistán?

Esta es la pregunta que muchos se hacen acerca de Robert Bales, el militar que en marzo 11 del 2012 acabó con la vida de 17 civiles en Afganistán, nueve de los cuales eran niños y aparentemente fueron asesinados en sus hogares. Pero ¿qué le sucedió a este sargento que había sido decorado por prestar 10 años de servicios honorables a esta nación? Un hombre de 38 años de edad, casado y padre de dos hermosos hijos.

Altos militares y políticos estadounidenses dicen que esto es un simple acto aislado de un desquiciado asesino solitario con problemas. Algunos dicen que esto es el resultado de la cantidad de combates en los que participó desde el año 2003, donde fue herido dos veces e inclusive sufrió una lesión cerebral leve. Otros sugieren que fue debido al consumo de alcohol después de haber presenciado como un compañero perdió su pierna durante un tiroteo. O por no haber sido promovido en los últimos días, tal vez por sus dificultades económicas e inclusive por problemas maritales. Hay otro grupo que dice que este señor es solo un asesino sin moral, una “manzana podrida” y un psicópata.

Los militares le tienen un nombre a estos actos: “comportamientos de mala conducta debido al estrés”. Hemos escuchado cientos de historias en los últimos años de oficiales militares que se han quitado la vida, han sido victimas de abuso sexual, homicidios, suicidios, etc. Lo triste es que muchos de estos acontecimientos se habían podido prevenir si se hubiese llevado a cabo una intervención efectiva a tiempo.

En el caso de Bales, hubo muchas oportunidades para una intervención y posiblemente se hubiese evitado esta catástrofe. Después de mirar su historial, la única ayuda que recibió Bales fue unas sesiones para controlar su mal genio y manejar su ira en el año 2002. Pero se desconoce que otros servicios de salud mental recibió este militar entre el 2003 y el 2012.

Vale la pena mencionar que más de 2 millones de hombres y mujeres han servido honorablemente a este país en los últimos 10 años y la mayoría no han cometido ningún acto similar al que cometió Bales. Sin embargo, la historia nos ha enseñado una y otra vez que los seres humanos se adaptan de manera diferente a los efectos del estrés crónico, incluyendo el de los militares que han estado en combate. Algunos experimentan efectos positivos e incluso crecen como personas y hasta se fortalecen emocionalmente después de una situación traumática. Pero existe también un gran número de individuos que debido a situaciones adversas en sus vidas, experimentan deterioros físicos y psicológicos considerables y desarrollan enfermedades como el trastorno de estrés postraumático, depresión, alcoholismo, drogadicción, alcoholismo y esto muchas veces tiene consecuencias lamentables como ideas suicidas y comportamientos violentos.

Así mismo hay miles de personas en nuestra comunidad que están experimentando niveles de estrés muy elevados debido a diversas razones. Esto lleva a muchos a cometer atropellos y actos de violencia con consecuencias devastadoras. El “comportamiento de mala conducta debido al estrés” como lo llaman los militares, se puede evitar a través de programas de prevención y mediante intervenciones psicológicas para reducir los síntomas de la tensión provocada por situaciones agobiantes.

Aunque la mayoría de las personas en nuestra comunidad no han estado en una guerra, muchos sin duda han vivido situaciones de crisis y traumas que pueden fácilmente desequilibrar emocionalmente al individuo. Buscar ayuda es la mejor opción en estos casos y no debe de sentir vergüenza por esto, ni mucho menos creer que es un “débil”. Un estrés descontrolado puede tener consecuencias devastadoras. Contacte a su médico o un profesional de salud mental si necesita ayuda.

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