¿Le da miedo buscar nuevas amistades?

Es normal sentirse cohibido o nervioso frente a otros de vez en cuando. Muchas personas experimentan un aumento en sus pulsaciones, sus manos transpiran y hasta se les revuelve el estomago cuando están con un  grupo de personas que no conoce muy bien. Sin embargo, la mayoría superan estos momentos cuando es necesario. Pero cuando la persona rehúsa totalmente a hablar con extraños o inclusive asistir a una reunión social, se puede sospechar que está sufriendo de ‘fobia social’.

El poder dar una respuesta ante un grupo de personas, mirar a otros directamente a los ojos, o entablar una conversación con alguien que no conoce muy bien, es normal para algunas personas, pero cuando se sufre de una timidez excesiva, esto dificulta o inhabilita al individuo a poder hablar o socializar la mayor parte del tiempo, un problema que seguramente va a tener consecuencias en el área laboral y en su vida personal.

Usualmente escuchamos a personas que sufren de esta decir frases como: “tengo un miedo terrible de hacer o decir algo que me cause vergüenza frente a los demás”, “mi temor a ser avergonzado hace que evite hacer cosas que quiero hacer o hablar con las personas”, “me sonrojo, sudo mucho, tiemblo o siento que voy a vomitar antes y durante un evento en el que voy a estar con personas que no conozco”, “siempre me alejo de situaciones sociales tales como eventos en los que hay la posibilidad de tener que hablar en público” o “casi siempre tomo alcohol para que estos temores se vayan”.

Esta condición usualmente empieza en la niñez o adolescencia. Es muy raro ver esta enfermedad desarrollarse después de los 25 ó 30 años de edad. Las estadísticas señalan que es mucho más común en las mujeres que en los hombres y estudios dicen que algunas veces puede ser hereditario.

Se calcula también que aproximadamente 5.3 millones de personas sufren de fobia social en los Estados Unidos y su tratamiento puede durar muchos años.

Existen varias escuelas psicológicas que pueden ayudar a reducir los síntomas de esta enfermedad. Un tratamiento cognitivo-conductual puede ser común.

Algunos proveedores de salud mental recomiendan el uso de un tratamiento farmacológico combinado con terapias habladas, ya sean individuales o de grupo.

Una terapia de grupo puede ser muy conveniente ya que se le puede enseñar al paciente ciertas destrezas sociales para incrementar el contacto con otras personas.

Visite esta página para más información acerca de la fobia social:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000957.htm

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