Aprenda a hablar con sus hijos

En el Departamento de Salud Mental donde trabajo, es común recibir llamadas de madres desesperadas, porque creen o sospechan que sus hijos están usando drogas o alcohol.

La gran mayoría de estas madres, tal vez no saben que cuatro de cada diez adolescentes han dicho que piensan usar drogas, en algún momento se sus vidas. El alcohol y la marihuana son las drogas de uso más común en los jóvenes, en los Estados Unidos.

Hay varias maneras de saber lo que están haciendo los hijos, pero muchas veces lo padres no encuentran el tiempo para dedicarse a averiguar las actividades de sus menores, ya sea porque trabajan largas horas o simplemente por pereza.

  1. Caminar por el vecindario para observar con quien se reúnen sus hijos para pasar el tiempo, es una manera muy apropiada para saber, como dicen ellos, con quien están “hanging out.”
  2. Pídales una lista de teléfonos de los amigos e incluya el nombre de los padres.
  3. Invite a cenar a los amigos de sus hijos. Hable con ellos y conózcalos también. Haga preguntas para saber como son.
  4. Conozca a los padres de los amigos de sus hijos. Puede inclusive hacer una reunión en su hogar e invitarlos para conocerlos mejor.

Al establecer una buena relación con los maestros y consejeros de la escuela, usted podrá saber cómo se comportan sus hijos cuando no está cerca de ellos.

Si cree que el idioma es una barrera que le impide hacer esto, solicite un intérprete o la ayuda de un maestro o consejero bilingüe.

Según encuestas realizadas, los adolescentes dicen que sus padres no les hablan acerca de las drogas, aún cuando los padres indican que si lo hacen.

Cuando hablen con ellos, usen mensajes claros y directos, que no dejen espacio para la confusión. Establezcan una regla firme cuando sus hijos están en una temprana edad acerca de no consumir drogas. Esto ayudará para que su hijo resista la presión de sus amigos y otras personas para que usen drogas o alcohol.

Es de vital importancia escuchar a sus hijos. Muchos adultos tienden a hablar más de la cuenta y no les dan una oportunidad a los jóvenes para que hablen y expresen sus sentimientos.  Escuche más y hable menos. Cuando ellos le digan algo, repita con sus propias palabras lo que ellos les han dicho, para que sepan que usted los están escuchando.

Tener empatía y poderse identificar mental y afectivamente con el estado de ánimo de sus hijos, es fundamental para establecer una relación saludable con ellos.

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