¿Y usted qué prefiere, felicidad o tranquilidad?

Hace días recibí un email, esos en cadena que se envían a cientos de personas. Este era de alguien del cual no sabía nada hace mucho tiempo.

Le pregunte como estaba y a que se dedicaba. Un par de días más tarde esto fue lo que contestó: “A vivir con plenitud cada momento de la vida, a sortear los obstáculos con sabiduría y a incrementar mi gozo espiritual. Gracias por interesarte por mí, espero que tu también estés bien”. Me llamó mucho la atención su respuesta y creo que el mensaje fue poderoso.

Muchas veces nos dedicamos a vivir la vida con rapidez y nos enfrascamos en problemas y situaciones que, cuando las analizamos detenidamente, no tienen razón de ser.

Muchos quieren ser “felices”. Pero, ¿qué es la felicidad y qué estamos haciendo para conseguirla?

Los seres humanos, durante siglos hemos perseguido la felicidad como una meta común y un estado de bienestar ideal y permanente. Pero muchos no logran sentir felicidad hasta no llegar a conseguir esa meta tan anhelada como puede ser la compra de una casa, un auto nuevo, un viaje al exterior o inclusive conseguir un estatus migratorio más estable.

Desafortunadamente olvidamos que la felicidad se compone de pequeños detalles vividos en el día a día. Hay cosas que parecen ser insignificantes, pero le pueden llenar de alegría y gozo. El tema de donde buscar la felicidad siempre ha sido controversial. Muchos la buscan en acontecimientos externos y materiales. Otros la buscan en su interior, en sus propias disposiciones internas.

Sin embargo, existen culturas donde su meta final no es tanto ser felices. En Asia por ejemplo, hay un número grande de personas que están constantemente buscando tener una vida tranquila y pacífica. Muchos buscan esa tranquilidad a través de un crecimiento espiritual. Esa paz y armonía que produce ese sentimiento y que muchos desean tener, pero para algunos es casi inalcanzable.

Y es que la tranquilidad puede ser el vehículo que se necesita para llegar a tener un corazón en paz y libre de rencores y resentimientos, que es lo que veces impide a la persona tener una vida saludable. La tranquilidad también puede ser sinónimo de felicidad.

Me alegró saber que mi amiga, la del email, está viviendo una vida plena de tranquilidad y armonía. Usted también puede estar en paz con usted mismo para que reciba vientos de felicidad y tranquilidad.

Esta página habla un poco de la meditación y como puede llegar a tener una vida tranquila:

http://webspace.ship.edu/cgboer/basesdelameditacion.pdf

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