Problemas en la familia, ¿quién es el culpable?

No es raro escuchar a un terapeuta familiar decir que los problemas en un hogar no son causados solamente por un miembro de la familia. Para muchos esto es difícil de entender cuando se está viviendo con una persona violenta, un adicto o con alguien que tiene un “carácter difícil”. La mayoría de las personas que buscan ayuda cuando las cosas andan mal en su familia, no dudan un segundo en apuntar con el dedo a quien es el culpable de todo lo que está sucediendo en el hogar.

Tradicionalmente, muchas de las técnicas que usan los profesionales de salud mental están centradas solamente en el individuo, sin embargo, los terapeutas familiares aportan una nueva perspectiva y relacionan el comportamiento disfuncional de una persona, por ejemplo, un padre violento o un adolescente con genio arrebatado, con la red de interacciones que se llevan a cabo en el seno familiar. Es decir, todo lo que le sucede a un miembro de la familia está directamente conectado con las otras personas que conforman el núcleo familiar, por lo que sí alguien en la familia está “enfermo”, esto va a afectar emocionalmente a todos los que integran ese hogar o que están a su alrededor.

Muchos expertos y terapeutas de familia coinciden en decir que la familia es un sistema compuesto por personas que forman una unidad funcional regida por normas propias y con una historia única. Cuando un individuo dentro del sistema familiar invade o amenaza la tranquilidad de una de las personas que conforman ese sistema, esto sin duda va a afectar a todos y cada uno de los miembros que conforman ese grupo familiar.

El término “casualidad circular” es usado por muchos expertos que trabajan con familias y significa que el comportamiento y las acciones de cada uno de los miembros de un grupo familiar están estrechamente relacionados con el comportamiento de los otros miembros, o sea que muchas veces es difícil identificar o culpar “quien ha comenzado el problema”, cuando todo lo que está sucediendo en el hogar puede ser una reacción de todos los miembros de la familia.

La tarea del terapeuta y la familia es restablecer la armonía familiar y no buscar un culpable. Es también de suma importancia ayudar a la familia a fortalecer sus recursos y a colaborar entre sí para buscar una solución al conflicto.

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