A veces escuchamos en las noticias como algunos individuos, en su mayoría hombres, buscan abusar sexualmente a niños o niñas, cada vez que tienen la oportunidad de hacerlo. Esto para los padres, como es lógico, es motivo de preocupación, por lo que es importante encontrar la manera de proteger a sus hijos.
La pedofilia, o paidofilia como algunos la llaman, es una enfermedad mental que sufren los individuos que sienten satisfacción o placer sexual a través de actividades o fantasías sexuales con menores de edad, que usualmente son chicos de 13 años de edad o menos.
No es común ver pedófilos buscando niños o niñas de 3, 4 ó 5 años de edad, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV-TR), los agresores que buscan niñas para atacarlas por lo general van entre las edades de 8 y 10 años. Si el pedófilo prefiere que su víctima sea de sexo masculino, este usualmente lo va a buscar un poco mayor de los 10 años de edad.
Esta es una enfermedad muy controversial y la gran mayoría ven a estos individuos como unos simples criminales y perversos, sin embargo, existen grupos que dicen que estas personas necesitan de tratamientos psicológicos, aún en un ambiente protegido, ya sea en una prisión o la cárcel.
Sin duda, el asalto sexual a un menor tiene consecuencias graves en las víctimas y la necesidad de un tratamiento es inminente.
La Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes dice que un total de 80 mil casos de abuso sexual en menores son reportados cada año y que el número de casos sin reportar es aún mayor.
Es importante saber que la mayoría de las veces los responsables de estos actos son familiares y conocidos.
El abuso sexual, ya sea por una violación o un acoso sexual, puede llevar a la víctima a buscar ayuda psicológica o los servicios de un profesional en salud mental. Algunas de las consecuencias que se ven en las víctimas de abuso sexual incluyen estrés postraumático, depresión, trastornos de ansiedad y otros desordenes psicológicos.
Aúnque extremadamente controversial, existen varias escuelas psicológicas que pueden ayudar a los pedófilos. Algunos proveedores de salud mental recomiendan el uso de un tratamiento farmacológico combinado con terapias habladas, ya sean individuales o de grupo.
Para las víctimas también existe ayuda y es muy recomendable que la busquen, ya que las consecuencias psicológicas y emocionales pueden ser graves en caso no recibir ningún tratamiento.
La Pedofilia es una enfermedad mental
A veces escuchamos en las noticias como algunos individuos, en su mayoría hombres, buscan abusar sexualmente a niños o niñas, cada vez que tienen la oportunidad de hacerlo. Esto para los padres, como es lógico, es motivo de preocupación, por lo que es importante encontrar la manera de proteger a sus hijos.
La pedofilia, o paidofilia como algunos la llaman, es una enfermedad mental que sufren los individuos que sienten satisfacción o placer sexual a través de actividades o fantasías sexuales con menores de edad, que usualmente son chicos de 13 años de edad o menos.
No es común ver pedófilos buscando niños o niñas de 3, 4 ó 5 años de edad, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV-TR), los agresores que buscan niñas para atacarlas por lo general van entre las edades de 8 y 10 años. Si el pedófilo prefiere que su víctima sea de sexo masculino, este usualmente lo va a buscar un poco mayor de los 10 años de edad.
Esta es una enfermedad muy controversial y la gran mayoría ven a estos individuos como unos simples criminales y perversos, sin embargo, existen grupos que dicen que estas personas necesitan de tratamientos psicológicos, aún en un ambiente protegido, ya sea en una prisión o la cárcel.
Sin duda, el asalto sexual a un menor tiene consecuencias graves en las víctimas y la necesidad de un tratamiento es inminente.
La Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes dice que un total de 80 mil casos de abuso sexual en menores son reportados cada año y que el número de casos sin reportar es aún mayor.
Es importante saber que la mayoría de las veces los responsables de estos actos son familiares y conocidos.
El abuso sexual, ya sea por una violación o un acoso sexual, puede llevar a la víctima a buscar ayuda psicológica o los servicios de un profesional en salud mental. Algunas de las consecuencias que se ven en las víctimas de abuso sexual incluyen estrés postraumático, depresión, trastornos de ansiedad y otros desordenes psicológicos.
Aúnque extremadamente controversial, existen varias escuelas psicológicas que pueden ayudar a los pedófilos. Algunos proveedores de salud mental recomiendan el uso de un tratamiento farmacológico combinado con terapias habladas, ya sean individuales o de grupo.
Para las víctimas también existe ayuda y es muy recomendable que la busquen, ya que las consecuencias psicológicas y emocionales pueden ser graves en caso no recibir ningún tratamiento.
Visite http://es.wikipedia.org/wiki/Pedofilia para más información.