Abuso y adicción a la cocaína

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS), está constantemente enviando comunicados a través de su página en internet www.hhs.gov, con información acerca de enfermedades físicas y mentales. También proveen información acerca del consumo de alcohol y otras drogas psicoactivas, que son aquellas que alteran el pensamiento, memoria, emociones, estado de ánimo,  las sensaciones y percepciones, tal como la cocaína.

De acuerdo con el DHHS, la cocaína es un estimulante sumamente adictivo que afecta directamente el cerebro. Algunas personas recuerdan como la cocaína era llamada la droga de los ochenta y noventa por su popularidad y uso extendido en esas décadas.

Sin embargo, no es una droga nueva. Al contrario, es una de las drogas conocidas de más antigüedad. La sustancia química pura, el clorhidrato de cocaína, se ha usado por más de cien años, y las hojas de la coca, de donde se obtiene la cocaína, se han ingerido por miles de años.

Los efectos de la cocaína se presentan casi inmediatamente después de una sola dosis y desparecen en cuestión de minutos u horas.

Los efectos fisiológicos a corto plazo que produce la cocaína son: contracción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas, y aumento en la temperatura del cuerpo, en el ritmo cardiaco y en la presión arterial.

Si se usa en cantidades mayores varios cientos de miligramos o más, se intensifica el ‘high’ del usuario y puede llevar a un comportamiento más extravagante, errático y hasta violento.

La persona puede experimentar temblores, vértigos, espasmos musculares y paranoia. Algunos usuarios reportan que se sienten intranquilos, irritables y sufren de ansiedad.

Las muertes ocasionadas por el consumo de cocaína suelen resultar por paros cardiacos o convulsiones seguidas por un paro respiratorio.

Cuando la cocaína se usa repetidamente y en dosis cada vez mayores, puede conducir a un estado de irritabilidad, inquietud y paranoia. Esto puede causar un episodio total de psicosis paranoica en que la persona pierde el sentido de la realidad y sufre alucinaciones auditivas. Por ejemplo, escuchan voces cuando nadie ha hablado.

Existen muchas complicaciones médicas debido al consumo de esta droga. Varios tipos de enfermedades cardiacas han sido asociados al uso de cocaína.

Los síntomas físicos pueden incluir dolor en el pecho, náusea, visión nublada, fiebre, espasmos musculares, convulsiones, coma y muerte. Cuando se inhala regularmente puede causar una pérdida del sentido del olfato, hemorragias nasales, problemas al tragar, ronquera e irritación general del tabique nasal.

Cuando se ingiere o se introduce a través de la boca, puede causar gangrena grave en los intestinos porque reduce el flujo sanguíneo. También hace que la persona pierda el apetito lo cual lleva a muchos usuarios a una pérdida significativa de peso y sufran de malnutrición.

En resumen, son muchas las consecuencias y efectos negativos por el consumo de esta droga. Afortunadamente, existen programas de rehabilitación donde las personas que están sufriendo de una adicción a la cocaína o cualquier otra droga, incluyendo el alcohol, pueden recibir la ayuda necesaria.

Para más información visite http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/infofacts/la-cocaina

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