La violencia doméstica tiene señales

 

Sin duda la violencia doméstica es un problema común en muchas comunidades y uno del cual muchísima gente no quiere hablar, incluyendo las víctimas. Es también un hecho que la violencia doméstica no discrimina y cualquier persona puede sufrir de violencia familiar u hostigamiento.

Las estadísticas nos muestran que de los casos reportados de agresión doméstica, el 85% el agresor es el hombre.

Los expertos del Duluth Center en Minnesota, señalan que el abuso físico es solamente una fase o parte de una serie de comportamientos y acciones que han llevado a que la relación este pasando por dificultades serias.

Existen varias fases y usualmente comienza por lo que se conoce como la fase de “Acumulación de Tensión”, luego la pareja entra en la fase del “Episodio Agudo” y finalmente la “Luna de Miel”.

Dentro de la fase de ‘Acumulación de Tensión’, podemos ver que la pareja está usualmente discutiendo y se incrementa la hostilidad. El agresor no presta atención a su pareja y busca el momento oportuno para ridiculizarla y hacerla sentir mal.

En la segunda fase o ‘Episodio Agudo’, esta tensión llega a un punto donde se pierde el control y podemos ver desde un empujón hasta un homicidio. Esta es la fase donde el agresor intimida y controla a su víctima mediante actos de violencia física como: golpes, patadas o puños, además abusa psicológica y emocionalmente de su pareja humillándola, haciéndole creer que está loca y controlándole el dinero.

Si la persona que está sufriendo la agresión logra salir viva, ya que desafortunadamente en ésta fase es donde algunas de las víctimas pierden su vida, entra luego en la fase de la ‘Luna de Miel’. El agresor se va a sentir muy arrepentido del daño que hizo, pide perdón y muchas veces jura no volverlo hacer. A veces le trae flores y regalos. Desafortunadamente después de la Luna de Miel’, casi siempre la pareja regresa a la primera fase después de unas semanas o inclusive pocos días. Esto se convierte en un círculo vicioso del cual la pareja no logra salir fácilmente.

Pero, ¿por qué la víctima no puede salir de este círculo vicioso? Existen ciertas razones por las cuales muchas de estas personas deciden permanecer en una relación abusiva:

•Sienten mucho miedo y pánico del agresor, al punto que creen que las va a matar si lo dejan.

•Muchas veces la misma familia no las apoya en tomar una decisión de estas.

•Razones económicas, creen no poder correr con los gastos de los niños.

•Durante los períodos de calma o Luna de Miel creen que todo va a cambiar y las cosas van a mejorar en un futuro.

•Desconocen de recursos y agencias que les pueda ayudar.

•En caso de mujeres que están indocumentadas, muchas sienten miedo que si reportan el abuso a las autoridades van a ser deportadas.

•No tienen acceso a dinero porque su pareja les ha quitado la cuenta bancaria, etc.

Es importante saber que el Estrés Postraumático, la Depresión y la Ansiedad son desordenes emocionales que están estrechamente ligados a la violencia doméstica. Víctimas de abuso físico, emocional y psicológico pueden desarrollar desordenes clínicos y muchas veces va a necesitar ayuda de un profesional para poder lidiar con esta situación.

Línea Nacional para la Violencia Doméstica 1-800-799-SAFE (7233)

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