Trastorno límite de la personalidad o borderline

Hace años tuve la oportunidad de trabajar con pacientes en un hospital psiquiátrico. Es muy gratificante ver cómo muchos de ellos se recuperan de episodios psicóticos en unos 2 ó 3 días, luego de tomar los medicamentos para reducir o controlar los síntomas de la enfermedad.

Durante ese tiempo, sin embargo, también pude ver como algunos pacientes no respondían al tratamiento rápidamente. Estas personas por lo regular tenían dificultad en expresar su enojo de manera saludable y raras veces podían controlar sus emociones. Cuando se enojaban, lo hacían con un nivel de intensidad que se salía de los límites de lo normal. Todavía recuerdo a la Sra. X por ejemplo, que debido a su comportamiento explosivo, tuvo que ser hospitalizada por lo menos 6 veces en un período de 10 meses.

La Sra. X era una joven blanca de 23 años de edad y era obvio que ni la psicoterapia, ni los medicamentos estaban reduciendo los síntomas de la enfermedad. En varias ocasiones se cortó con un cuchillo y decía que era para poder sentir dolor, ya que esto la hacia sentir “real y viva”. La relación de la Sra. X con sus padres era tensa, su historial de romances era extenso y muchas veces tormentoso. Había estado involucrada en al menos 5 ó 6 relaciones en un solo año.

Los médicos la habían diagnosticado con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o borderline personality disorder. En repetidas ocasiones le habían recomendado psicoterapia y farmacoterapia, incluyendo antidepresivos y medicamentos antipsicóticos atípicos.

Recuerdo como uno de los terapeutas en el hospital usualmente incorporaba es sus terapias un enfoque muy común para el tratamiento de pacientes con TLP, la terapia dialéctica conductual. Este enfoque parece funcionar bien con estas personas y la aceptación total por parte del terapeuta es necesaria, debido a que los pacientes son extremadamente sensibles a la crítica y el rechazo. Estas personas pueden terminar el tratamiento si sienten el menor indicio de rechazo por parte del terapeuta; la Sra. X no era la excepción.

Al igual que otros trastornos mentales, esta enfermedad tiene señales y síntomas que pueden ayudar a un profesional de salud mental poder diagnosticar al individuo y así facilitar el tratamiento. Es necesario ser muy cauteloso antes de diagnosticar a una persona con TLP, ya que algunas veces puede ser difícil determinar la existencia de este trastorno en la primera evaluación o consulta.

De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), una persona con este trastorno puede mostrar los siguientes síntomas y señales:

• Inestabilidad afectiva debido a una notable reactividad del estado de ánimo (por ej., episodios de intensa irritabilidad o ansiedad que suelen durar unas horas y raras veces unos días).
• Ira inapropiada e intensa o dificultad para controlarla (ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
• Sentimientos crónicos de vacío o inutilidad.
• Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes o comportamientos de autodestrucción.
• Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por extremos de idealización y devaluación.
• Impulsividad en al menos dos áreas que es potencialmente dañina para sí mismo (ej., gastos, sexo, abuso de alcohol o drogas).
• Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.

No hay duda que muchas de las señales de la Sra. X (por ejemplo, la autodestrucción, la inestabilidad estado de ánimo y relaciones interpersonales caóticas) son muy similares a las señales que se describen en el DSM. Muchas veces ella era argumentativa, irritable y sarcástica.

Las causas no están claras, pero muchos investigadores creen que el TLP está vinculado a una combinación de variables biológicas y ambientales. Se cree que existen ciertos factores de riesgo como: el abandono en la niñez o adolescencia, una vida familiar desunida, una comunicación deficiente en la familia y/o abuso sexual. Cualquiera que sea la razón, si usted o alguien que conoce se identifica con las señales y síntomas, por favor hable con su médico o busque ayuda de un profesional de salud mental.

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